La historia de Cuba durante la Segunda Guerra Mundial comienza en 1939. Debido a la posición geográfica de Cuba en la entrada del Golfo de México, el papel de La Habana como el principal puerto comercial de las Indias Occidentales y los recursos naturales del país, Cuba fue un importante participante en el Teatro americano de la Segunda Guerra Mundial, y fue uno de los mayores beneficiarios del programa de Préstamo y Arriendo de los Estados Unidos.
Cuba declaró la guerra a las potencias del Eje en diciembre de 1941,[1] convirtiéndose en uno de los primeros países latinoamericanos en entrar en el conflicto. Cuando terminó la guerra en 1945, el ejército cubano se había ganado la reputación de ser la nación caribeña más eficiente y cooperativa.[2][3][4]